La comercialización de los productos en exportación mediante redes comerciales externas, lo que comúnmente conocemos como agentes comerciales, es una de las modalidades más populares entre las empresas exportadoras españolas. Las empresas optan por este modelo en primer lugar porque supone un coste bajo si consiguen que la remuneración de las mismas sea en base a un porcentaje de las ventas obtenidas y por porto lugar les resulta útil por la costumbre de intentar estar presentes en el mayor número posible de países.
Intentar la “exportación low cost” y la dispersión de mercados, dos de los grandes errores de las empresas exportadoras, pero este tema ya lo trataremos en otro post.
Ahora me gustaría centrarme en la gestión efectiva de la red externa de ventas, teniendo en cuenta que no podemos tratar a un agente comercial libre, que trabaja para nosotros a través de un contrato mercantil y en la mayoría de ocasiones representando a su vez a otras empresas del mismo sector, en el mejor de los casos complementarias a las nuestras, en el peor, directamente competencia nuestra.