Los mercados son cada vez más complejos y en comercio exterior mucho más. Una pyme exportadora compite en un país determinado no únicamente con empresas de ese propio país sino también con otros muchos competidores foráneos que desean su parte de la tarta.
Esta particularidad obliga a tener una información mucho más amplia cuando se trata de tomar decisiones de carácter estratégico que pueden significar orientarnos al éxito o al fracaso de nuestra empresa.
Por esta razón cada vez más hay que invertir tiempo y recursos en obtener información relevanteacerca de nuestros clientes, su entorno y por supuesto sobre nuestros competidores.
Esta labor de recopilar información resulta muchas veces sencilla con tan solo escuchar a nuestros clientes y poner por escrito lo que hemos escuchado para más tarde analizarlo y extraer conclusiones sinceras y validas.
En otras ocasiones es necesario buscar en otras fuentes , por ejemplo la actividad comercial de un competidor , si han abierto más puntos de venta , firmas de acuerdo de distribución, lanzamientos de nuevos productos, etc…
A este proceso se le denomina Inteligencia comercial y competitiva.
Solo teniendo en nuestro poder la información necesaria, debidamente analizada estaremos en disposición de tomar decisiones con una alta probabilidad de no equivocarnos, de cualquier otra manera sería como jugar a la ruleta rusa con nuestra empresa.