Queda claro que las empresa necesitan reorientar sus actividades, reinventarse o como quieran ustedes llamarlo, al final de lo que se trata es de ser capaces de cambiar y adaptarse a las nuevas circunstancias, no las que genero la crisis sino las que ha generado una nueva situación económica en el mundo. Los nuevos actores de la economía mundial , la multiporalidad de la economía, donde antes existía un grupo de economías principalmente occidentales que lideraban el comercio y la economía mundial ahora existen muchos más actores.
Pero ¿cómo puede una empresa reinventarse?, intentemos pasar de las palabras a los hechos, es muy fácil decir, señores y señoras toca reinventarse, lo esencial es saber cómo. Para ello es necesario que la empresa haga una reflexión estratégica que básicamente consista en saber qué es lo que de verdad saben hacer bien , que es lo que difícilmente es adaptable y en que otras áreas es posible un cambio.
Existe una técnica que nos puede ayudar a conocer estos aspectos fundamentales y es la llamada técnica del “Árbol de competencias”, esta técnica creada en los años 80 del siglo pasado por Marc Giget consiste en el análisis y evaluación del conjunto de cualidades de la empresa, como son las cualidades comerciales, técnicas e industriales.
En ese arbolo imaginario que iremos dibujando a través de este análisis, representaremos el conocimiento de la empresa como las raíces de la misma, es lo que nos sustenta como organización, la capacidad de la empresa de poner en práctica sus planes y programas será el tronco y por último los productos o servicios de la empresa serán las ramas.
En la primera fase identificaremos las competencia genéricas de la organización, de esta manera también identificaremos fortalezas y debilidades de la propia organización.
En segundo lugar , la fase de más organizativa, es decir, como integramos las competencias identificadas en la primera fase, estas deben integrarse convenientemente para que seamos capaces de producir los productos o servicios que nos demanda el mercado.
En tercer lugar la fase de ramas y hojas, donde analizamos los productos o servicios y los comparamos con nuestro entrono competitivo.
Una vez tenemos claros estas tres partes seremos capaces de saber donde “podar” , que podemos mejorar y que nuevas ramas podemos establecer.
De manera que cuando nos encontremos en una situación de cambio, de innovación, de adaptación o de redefinición de nuestra actividad empresarial vamos a tener que tener muy claro que lo que pretendemos cambiar es posible hacerlo o al menos lo que conlleva hacerlo.
Este proceso nos ayudará de verdad a definir que es lo que realmente sabemos hacer, el verdadero know how de la empresa y compararlo con nuestro entrono, esto a su vez nos llevará a conocer de manera realista nuestra situación en el entrono competitivo y a ser capaces de aprovechar ese know how en encontrar nuevas oportunidades para nuestra organización.
Bernardo Abril
babril@globalexportise.com