Qué duda cabe que parece que hemos comenzado a notar cierta recuperación de la economía nacional y del consumo en este país, hay diferentes indicadores que así lo indican y aunque es una recuperación lenta, tímida, parece que en muchos sectores se percibe que las cosas marchan algo mejor.
Hace unos días charlaba con un compañero de trabajo sobre que iba a pasar con todas las empresas que tomaron el camino de la exportación como única salida a la crisis, ¿Qué harán ahora aquellos que optaron por la exportación? Los dos coincidimos que sería un grave error que las empresa españolas abandonaran sus proyectos de exportación para volver a centrarse en el mercado nacional.
¿De que dependerá que un empresario tome la decisión de continuar con la exportación o no?
En primer lugar de los resultados obtenidos. Si la empresa ha logrado estar presente en algún o algunos países y los resultados son mínimamente buenos es probable que la empresa continué al menos en aquellos mercados donde ya ha logrado su implantación comercial. Este escenario es más que probable puesto que la empresa querrá obtener el máximo retorno a la inversión que supuso la introducción comercial. Pero en este caso sería un error trabajar desde la perspectiva de obtener resultados sin seguir invirtiendo en aumentar nuestra presencia comercial y fidelizar a los clientes actuales. Si inversión comercial iremos perdiendo terreno en favor de otros competidores que si lo hacen.
Obviamente si los resultados no han sido satisfactorios muy probablemente la empresa vuelva a ver España como el mercado natural y la exportación como una aventura que no llego a cuajar. Pero en estos casos se impone una reflexión, ¿Por qué no hemos logrados resultados en exportación?. ¿Por qué es importante preguntarse esto?
La razón es porque ya hace muchos años que los mercados dejaron de ser territorios aislados donde lo que ocurre en un país no afecta a otro, vivimos en la era de la globalización, de la apertura al libre comercio en el mundo, aquí en Europa estamos a las puertas de pocos meses de firmar un acuerdo de tratado de libre comercio con los Estados Unidos que para bien y para mal, que de todo habrá, tendrá un impacto importante en el comercio mundial.
La cuestión es si la empresa tiene dificultades para competir en mercados internacionales, por ejemplo porque tu producto no tienen el estándar de calidad suficiente, van a continuar teniendo el mismo problema aunque solo lo comercialice en el mercado nacional, ¿por qué?, muy sencillo porque los mismos competidores que se encontraba cuando competía fuera los va a tener si no los tienes ya en el mercado nacional.
Ya se que aquí gozan de cierta ventaja competitiva por los años asentados en el mercado, aquí les conocen y confían en ellos y esa es una ventaja que puede marcar la diferencia, ¿pero por cuanto tiempo puede sostener esa ventaja competitiva?.
Puede que muchas empresas vean la recuperación económica en España como el fin de la pesadilla, no ha logrado grandes avances en exportación y les resulta más cómodo volver a donde estaban, pero sería un grave error desaprender lo que han logrado durante estos años aunque haya sido poco en términos de ventas puede que estén muy cerca de conseguir abrir caminos que les lleven a nuevos mercados y a tener la posibilidad de mejorar su empresa y productos competiendo en los mejores mercados.
No habremos aprendido nada de esta crisis si no somos conscientes de que la exportación ha dejado de ser una opción para ser el hábitat natural de la pyme española y que esa presencia internacional puede ser la que garantice la propia subsistencia de la empresa cuando nos caiga encima, ojala tarde muchos años, la próxima crisis del mercado nacional.
Bernardo Abril
babril@globalexportise.com
