Pocas veces lo hacen con un gran cartel que llame nuestra atención y que nos diga “ esta es la oportunidad que estabas buscando….”, parece una exageración pero en muchas ocasiones terminamos buscando al señor del cartel y claro, no hay manera de que aparezca o si aparece la vemos nosotros y todos nuestros competidores así que aquello termina por convertirse en algo muy parecido a la famosa escena del camarote de los Hermanos Marx.
Normalmente cuando buscamos nuevas oportunidades de negocio o esos benditos “océanos azules”, muchos nos conformamos con algo menos que un mar…., solemos imaginar que lo hacemos con nuestro producto actual, pero olvidamos que normalmente cuando hay necesidad de soñar es porque las cosas no marchan exactamente como deberían. A las que les va bien no suelen tener necesidad de soñar.
¿Qué hacer entonces?, si las oportunidades surgen con cuentagotas y cuando surgen las aprovechan otros.
Hace un tiempo ya hable sobre una técnica llamada el árbol de competencias, supone identificar las competencias básicas de nuestra empresa , esto es nuestro know how, el verdadero valor como empresa y a partir de ese momento, traducirlo en una propuesta de valor diferenciada y adaptada a las nuevas circunstancias.
Así que toca hacer un ejercicio que es tremendamente complicado en la empresa y es la de hacer una evaluación previa de nuestras competencias. La complejidad no es el propio análisis interno que también , sino el estado de pánico en el que entran muchos por el convencimiento de lo que este proceso nos descubrirá de nosotros mismos. Muchos temen encontrar el vacio, no hay nada que ofrecer, nos hemos quedado es esa zona de confort durante tantos años que no somos capaces de aportar ninguna propuesta de valor. Así que mejor seguir con lo malo conocido, piensa muchos
Es lógico que si de verdad queremos detectar nuevas oportunidades primero tengamos que hacer nuestros deberes que no son otros que los que he comentado anteriormente. De esta manera evitaremos buscar más de lo mismo y sobre todo donde ya están buscando todos nuestros competidores. Se trata de evitar el seguidismo, salirse de la senda marcada.
Los que lo consiguen, pocos, se encuentran con situaciones muy diferentes , con la dificultad de ser muchas veces pioneros pero con las dificultades propias del que va por delante, eso si, al final haremos valer ese dicho de “quien pega primero , pega dos veces”
Así es como empezamos el trabajo de descubrir las oportunidades que nos están esperando en el exterior, empezando el trabajo por nuestra propia casa y por nosotros mismos, siendo valientes y aceptando el cambio como algo natural y beneficioso.
¿Seremos capaces?, yo creo que vale la pena intentarlo, ¿y tú?
Bernardo Abril
babril@globalexportise.com